La cena estrella para mis hijos son las hamburguesas, así que procuro hacerlas en casa para evitarnos conservantes y demás aditivos que les echan a las que venden ya hechas. Además, aprovechando que va todo picado, suelo añadir de esos ingredientes saludables que las madres añadimos a nuestras recetas, aún con el temor de ser «pilladas». Pero he de decir a mi favor que estas hamburguesas han pasado el control de calidad de los paladares más exigentes… y con nota. 😉
Ingredientes:
600g de pechuga de pollo (o pavo o mezcla)
125g de quinoa cocida
100g de cebolla
80g de calabacín
80g de pimiento rojo, verde o en conserva
1 diente de ajo
2 cucharadas de perejil fresco picado
1 huevo
1 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de pimienta
1 cucharadita de comino en polvo marca apta (opcional)
Elaboración:
- Picar en la picadora, robot de cocina o a mano todos los ingredientes menos la carne y la quinoa, en trozos pequeños. Reservar. Si utilizamos pimiento en conserva mejor picar a mano, para que no se deshaga por completo.
- Picar a continuación la carne (se hace mejor si está semicongelada).
- En un bol mezclar bien todo lo anterior junto con la quinoa.
- Formar las hamburguesas formando bolitas que después aplastaremos. Si ponemos la bolita entre dos trozos de papel de horno las formamos más fácil y uniformemente.
- Con un poco de aceite las cocinamos en la sartén a fuego medio.
¡Y ya tenemos las hamburguesas listas para disfrutar! En nuestro caso le ponemos la guinda al pastel con el pan de hamburguesa que más nos gusta, que es el de Schar. No se rompe y tanto la textura como el sabor son riquísimos. Si lo has probado seguro que estás de acuerdo conmigo.
NOTAS:
- Podemos utilizar los vasitos de quinoa que venden ya cocida para ahorrarnos algo de tiempo.
- Si utilizamos pimiento natural la textura queda algo más crujiente y notoria que si utilizamos pimiento en conserva. Utilizar uno u otro depende del gusto de cada uno. A mí, por ejemplo, me encantan con pimiento verde, pero a mis hijos les gustan más con el pimiento más blandito, así que o lo cocino previamente o tiro de conservas, según el tiempo del que disponga.
¿Cómo lo ves? Para que luego digan que las hamburguesas no son comida sana. Éstas, desde luego, sí lo son y a los peques les encantan. 🙂
Deja un Comentario